Economía HD

Sesgos cognitivos y heurísticas en la toma de decisiones

Estoy seguro que al menos en una ocasión haz escuchado que el ser humano solo utiliza el 10% de su capacidad cerebral. Lamento informarte que esto es una falacia, no hay evidencia científica que avale dicha aseveración.

Por otro lado, Daniel Kahneman quién ganó el Premio Nobel de Economía en 2002 por sus investigaciones en el área de la psicología de la toma de decisiones, identifica cómo nuestro cerebro procesa la información y explora los diversos elementos para mejorar la precisión y racionalidad de las decisiones humanas.

En su libro «Pensar rápido, pensar despacio» Kahneman describe cómo nuestro cerebro procesa la información de manera rápida y automática, utilizando lo que él llama «Sistema 1». Este sistema es responsable de nuestros procesos de pensamiento intuitivos y rápidos, y es crucial para nuestra capacidad para tomar decisiones rápidas y eficaces.

¿Cómo nuestro cerebro logra tomar decisiones de una forma rápida? La respuesta es que recurre a diversos «atajos mentales». A estos atajos se les conoce como «heurísticas».

Sin embargo, no todas las decisiones que realizamos son de forma intuitiva, ya que en diversas ocasiones son el resultado de un pensamiento reflexivo. Este sistema es nombrado por Kahneman como «Sistema 2», el cual se activa cuando necesitamos tomar decisiones más complejas y requiere un esfuerzo mental más consciente. No obstante, el sistema 2 también tiene sus limitaciones y a menudo podemos caer en sesgos cognitivos que nos llevan a tomar decisiones equivocadas.

Heurísticas más comunes

Las heurísticas son «atajos mentales» que utilizamos para simplificar el proceso de toma de decisiones. Estos atajos mentales nos permiten tomar decisiones rápidas sin tener que procesar toda la información disponible, ya sea porque no tenemos el tiempo para procesarla o simplemente no contamos con toda ella.

A continuación, te comparto las heurísticas más comunes que utilizamos en nuestra vida diaria.

Heurística de la disponibilidad

Esta heurística nos hace confiar en la información más disponible en lugar de buscar información más precisa o completa. Por ejemplo, si hemos escuchado frecuentemente noticias robos en nuestra localidad en los últimos, es más probable que creamos que la tasa de criminalidad es alta, aunque no tengamos datos objetivos que apoyen esta creencia.

Heurística de la representatividad

Nos lleva a juzgar la probabilidad de un evento en función de cuánto se parece a nuestro prototipo mental. Por ejemplo, si alguien tiene un aspecto desaliñado y una barba larga, es más probable que lo consideremos un artista o un músico en lugar de un empresario exitoso, aunque no tengamos información objetiva sobre su profesión.

Esto también ocurre con los rasgos físicos o étnicos. Si tenemos que elegir entre dos personas para completar nuestro equipo de basquetbol: una alta y la otra no tanto, nos decantaremos en su mayoría por la persona alta, al «presuponer» que debe ser buena para este deporte (sin que tengamos información previa).

Heurística de similitud

Esta heurística se basa en la idea de que tendemos a agrupar cosas que son similares entre sí. Por ejemplo, si vemos una automóvil azul, es más probable que recordemos otros automóviles azules que hayamos visto anteriormente.

Otro ejemplo similar, es cuando compras un nuevo automóvil y de repente lo visuales más frecuentemente, alterando tu percepción de cuántos automóviles de esa marca están en circulación.

Heurística de la sobrecarga cognitiva

Cuando se nos presentan una gran cantidad de opciones y debemos tomar una decisión en poco tiempo esto puede llegar a «abrumarnos», por lo cual tendemos a tomar decisiones impulsivas. Por ejemplo, cuando estamos en un supermercado con una gran cantidad de opciones de productos similares, es más probable que elijamos una marca conocida o popular en lugar de evaluar todas las opciones.

Heurística de la autoridad

Tendemos a confiar en la opinión de una autoridad en un tema determinado, aunque no tengamos evidencia que esa persona sea un experto en la materia. Por ejemplo, sí un «famoso» recomienda cierto tratamiento, es más probable que realicemos; y no investiguemos por nuestra cuenta o nos cuestionemos sobre su eficacia.

Heurística de la falsa unanimidad

Es la tendencia a creer que nuestra opinión es la opinión de la mayoría, aunque no conozcamos ningún estudio estadístico que valida dicha hipótesis. Por ejemplo, si un tu grupo de amigos están discutiendo sobre una película y todos parecen estar de acuerdo en que es mala, es más probable que asumas que la mayoría de las personas van a tener la misma opinión que nosotros.

Heurística del sesgo de la retrospectiva

Esta heurística nos lleva a creer que un evento era predecible después de que ha ocurrido. Por ejemplo, en el mundo de las apuestas deportivas, todos serían multimillonarios, porque era «muy obvio» que equipo sería el ganador, por cuántos goles y en que minutos serían anotados.

Sesgos cognitivos más comunes

Los sesgos cognitivos son errores sistemáticos en la forma en que las personas procesan la información y toman decisiones. Estos sesgos son muy comunes en la vida cotidiana y pueden afectar negativamente nuestra capacidad para tomar decisiones precisas y racionales. A continuación, te presento algunos tipos de sesgos cognitivos y su impacto en nuestra vida diaria.

Sesgo de memoria

Nuestro cerebro tiene una capacidad limitada de almacenar información, por lo tanto, tiende a grabar con mayor detalle eventos extraordinarios, tanto los positivos como lo negativos (por eso es difícil superar un evento traumático); mientras que los eventos cotidianos los registran con menor intensidad.

La memoria se difumina con el tiempo, por lo cual podríamos estar utilizando «recuerdos sesgados» para afrontar decisiones futuras.

Sesgo de confirmación

Es la tendencia a buscar y prestar atención únicamente a la información que confirma nuestras creencias preexistentes y a ignorar la información que las contradice. Este sesgo es especialmente problemático en la toma de decisiones porque puede impedir que consideremos todas las opciones disponibles y nos lleve a tomar decisiones basadas en información incompleta.

Por ejemplo, si ya creemos que una empresa es mala, es más probable que busquemos información o seleccionemos información que reafirme esa creencia, en lugar de buscar otros puntos de vista o revisar nueva información de manera imparcial.

Sesgo falacia de planificación

Cuando planeamos una actividad o realizar una tarea tendemos a realizarlo de forma global, es decir, no consideramos los detalles individuales o cada uno de los pasos necesarios para completarlos. Por tal motivo, es común que caigamos en el sesgo falacia de planeación y subestimemos el tiempo que tardamos en realizar una actividad o tarea.

Douglas Hofstadter, un científico estadounidense señala que: «Hacer algo te va a llevar siempre más tiempo de lo que piensas, incluso si tienes en cuenta la Ley de Hofstadter»

Sesgo de la disponibilidad

Se presenta cuando basamos nuestras decisiones en la información más fácilmente disponible en lugar de considerar la información relevante pero menos accesible. Este sesgo se manifiesta en situaciones en las que tendemos a tomar decisiones rápidas y basadas en la información disponible en lugar de investigar y considerar toda la información relevante.

Sesgo de anclaje

Ocurre cuando nos aferramos a la primera información que recibimos y utilizamos esta información como punto de referencia para nuestras decisiones posteriores. Este sesgo puede limitar nuestra capacidad para considerar todas las opciones disponibles y llevar a una toma de decisiones poco precisa.

Por ejemplo, si se pregunta a alguien cuánto cree que cuesta un automóvil nuevo, su respuesta puede estar influenciada por el precio de un automóvil de lujo que vio en una revista recientemente, aunque no tenga nada que ver con el automóvil que se está discutiendo.

El efecto Dunning-Kruger

Los investigadores Dunning y Justin Kruger de la Universidad de Cornell, identificaron que algunos individuos menos habilidades o con conocimientos escasos, se pueden sentir se consideran más inteligentes que otras personas más preparadas.

Este efecto puede estar presente más de lo que creemos en algunas personas. En las redes sociales abundan los «todólogos», mientras que los charlatanes, tal vez si crean que están ofreciendo soluciones reales (desde su perspectiva).

Sesgo de atribución

Este sesgo se refiere a nuestra tendencia a atribuir los éxitos a nuestras habilidades personales y los fracasos a factores externos. Este sesgo puede impedir que aprendamos de nuestros errores y de mejorar nuestras habilidades.

Por ejemplo, en muchas ocasiones cuando una persona tiene un accidente de tráfico, señala como primer responsable al clima, pavimento, semáforo u otros elementos del entorno, antes que a su falta de pericia o descuido.

Sesgo del poder corruptor

Este sesgo tal vez no te sorprenda tanto. Existe una tendencia de las personas con cierto poder, ya sea económico, político, o incluso una persona famosa (actor, deportista, cantante) que piensan que las reglas sociales o las mismas leyes no les aplican a ello; ya que su condición les permiten tener plena libertad de acciones, sin restricción alguna.

Sesgo de sobreestimación

Con este un sesgo cognitivo tendemos a sobrestimar nuestras habilidades y competencias. Este sesgo puede llevarnos a subestimar los riesgos y las dificultades asociados con una tarea o proyecto.

Por ejemplo, con los años muchas personas seguirán haciendo labores que demandan cierta pericia y por ende se vuelven más riesgosas. Sobreestiman el riesgo.

Sesgo Defensa de estatus

Es la tendencia que experimenta algunas personas han alcanzado cierto estatus, de buscar mantenerlo. Es decir, no aceptarán comentarios que les señalen que dicha condición o estatus ha sido perdida, las personas con este sesgo cognitivo tienen al autoengaño.

Sesgo de ilusión de control

La tendencia a creer que podemos controlar eventos o resultados que están fuera de nuestro control. Este sesgo cognitivo está asociado a rituales o «cábalas» que realizan las personas como una forma de buscar controlar eventos «fuera de su control». Por ejemplo, algunos jugadores creen que puede influir en el resultado de un juego al llevar sus «calzoncillos» de la suerte o siguiendo un ritual específico antes de cada partido.

Sesgo ilusión de confianza

Este sesgo ocasiona que cuando percibimos a una persona que está hablando de forma confiada, incrementa de forma automática la credibilidad o confianza hacia sus argumentos. Esto explicaría en cierta parte, porque algunos ciudadanos pueden llegar a creer en propuestas de campaña técnicamente son inviables o que ya las han escuchado con anterioridad, sin que se hayan cumplido.

Sesgo de sobrecorreción

La tendencia a cambiar nuestra opinión o comportamiento en exceso en respuesta a una crítica o retroalimentación negativa, incluso si esa retroalimentación no es precisa. Por ejemplo, si un gerente critica a un empleado por no hablar lo suficientemente fuerte en una reunión, es posible que el empleado hable en voz alta en exceso en la próxima reunión.

Efecto Halo

Es cuando hacemos un diagnostico integral de una persona con base en una sola característica. Por ejemplo, las personas que nos parecen atractivas tendemos a atribuirles automáticamente otras cualidades positivas como ser inteligente, amables, confiables, exitosos u otras más, sin que tengamos suficiente información para validar cada una de ellas por separado.

Efecto Keinshorm

Cuando una persona tiene arraigada una idea, es común que muestre una predisposición a contradecir sistemáticamente a otra persona que exprese ideas contrarias. Este hecho refleja nuestra incapacidad de aceptar que estamos equivocados.

Sesgo de la atención

La tendencia a prestar atención solo a ciertos aspectos de una situación y a ignorar otros. Por ejemplo, si un conductor cree que los ciclistas son peligrosos, es posible que preste mucha atención a los ciclistas y descuide otros peligros potenciales en la carretera.

Efecto percepción ambiental

Nuestro entorno genera una gran influencia sobre nuestro comportamiento. El psicólogo Phillip Zimbardo desarrolló la «teoría de las ventanas rotas», la cual señala que un ambiente deteriorado, oscuro y caótico provoca en comportamiento menos cívico en las personas, y aumenta su tendencia a realizar actos vandálicos y delictivos.

¿Podemos evitar las heurísticas y sesgos cognitivos?

La mayoría de las heurísticas y sesgos cognitivos los realizamos en automático, nos acompañan en nuestras tomas de decisiones. En algunas ocasiones utilizarlas no tendrá un efecto nocivo.

Por ejemplo, sí tengo poco tiempo para decidir que comer antes de una reunión, recurrir a la heurística de la «sobrecarga cognitiva» nos ayudará a no gastar nuestro tiempo, ni ancho de anda mental en dicha elección; más bien podemos concentrarnos y enfocarnos en nuestra próxima reunión.

Sin embargo, existen otros sesgos cognitivos que si pueden impactar negativamente, los cuales pueden retroalimentar algunos prejuicios que hemos desarrollado a lo largo de los años. En este sentido, es preciso conocer la mayoría de los sesgos cognitivos, estar conscientes que se pueden presentar y cuestionarnos de vez en cuando, sí no estamos cayendo en alguno de ellos.

¿Cómo las empras y gobiernos utilizan las heurísticas y sesgos cognitivos?

Lamentablemente, algunos profesionales del marketing ya sea comercial o político utilizan estos atajos mentales o desviaciones cognitivas para influir en la toma de decisiones de los consumidores o votantes.

El efecto anclaje es común que lo utilicen en diversas publicidades, ya que primero te ofrecen una opción más «costosa» o «producto ancla» y posteriormente te presentan el producto objetivo, el cual tendrá prácticamente las mismas cualidades, pero a un menor precio (aparentemente).

En el marketing político es muy común el «Efecto Halo», muestran al político sonriente, en un ambiente familiar y rodeado de gente. Esto aumentará la percepción de cualidades positivas. Desafortunadamente, se ha observado que durante las campañas electorales crecen la cantidad de portales que emiten fake news, esto con el objetivo de fomentar el efecto anclaje y disponibilidad, pero de forma negativa.

Por lo tanto, es importante para los consumidores y votantes estar conscientes de estos sesgos, buscar información confiable (te puede interesar: ¿Cómo evitar las fake news?) al momento de realizar compras o elegir a nuestro siguiente representante popular.

Escrito por Adrián de la Cruz

Esta información fue relevante para tí

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: