El Paquete Económico 2020 es el instrumento más importante de política en México. En el mismo se observan las prioridades de la actual administración federal y se vislumbra hacia dónde se dirige el país. Se encuentra integrado por 3 documentos:
- Criterios Generales de Política Económica. Muestra el escenario que enfrentará el país durante el siguiente año. Se proyecta el comportamiento de las principales variables macroeconómicas: inflación, tipo de cambio, precio del barril de petróleo, entre otros.
- Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación (ILIF). Define la meta de recaudación con base en el pago de impuestos, venta de petróleo, y la contratación de nueva deuda.
- Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF). Como se planea gastar, asigna los recursos públicos que se destinarán a programas sociales, inversiones públicas, recursos a los estados y municipios, así como pagos de la deuda.
El panorama económico que estiman para 2020
El pasado domingo 8 de septiembre el ejecutivo federal presentó al Congreso de la Unión el Paquete Económico 2020. El cual contempla un crecimiento del PIB entre el 1.5% y 2.5%.
Con una media de 2% como crecimiento del PIB, no se vislumbra un cambio de tendencia. Es prácticamente la misma cifra de crecimiento económico promedio que ha registrado el país durante los últimos 20 años (época neoliberal).
Para 2019 se había estimado un crecimiento similar (2%), pero las cifras registradas en los primeros 6 meses no fueron tan alentadoras, lo más probable es que cerremos el año con un crecimiento del PIB por debajo del 1%.
La inflación se comportará de forma similar al presente año, con un crecimiento aceptable de 3% anual. El tipo de cambio promedio, en los 20 pesos por dólar, prácticamente sin cambio con respecto al promedio de 2019 ($19.8).
En la parte comercial, pronostican que la cuenta corriente (exportaciones – importaciones) se mantendrá en 1.8% como proporción del PIB. Mismo nivel que el año anterior.
La cifra que desentona es este escenario de estabilidad económica es el precio del barril de petróleo de la mezcla mexicana de exportación. Ya que disminuye de 55 dólares por barril a 49 dólares. Esos 6 dólares menos, significan miles de millones de pesos de ingresos menos para el presupuesto público.
Los técnicos de la Secretaría de Hacienda estiman un crecimiento de 13% de la producción de petróleo para 2020 (1.7% para exportación). Hay que recordar que hace 1 año pronosticaron poco más de 1.8 millones de barriles diarios (mbd); ahora corrigieron a la baja la cifra para el cierre del presente año, aceptando un descendiendo a 1.7 (mbd).
Esta variable es clave, ya que con un escenario de menores precios internacionales de petróleo y si la meta de producción no se materializa lo suficiente para compensar dicha disminución; el gobierno tendría que apretar más en el rubro de recaudación de impuestos para completar el gasto público, y de hecho lo hacen en la propuesta enviada.
Paquete Económico 2020, más de lo mismo
He tenido la oportunidad de revisar varios Paquete Económicos desde la perspectiva de investigador, consultor y como asesor en la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados. Todos ellos tienen algo en común: la inercia presupuestal.
El Presupuesto de Egresos se construye con los requerimientos presupuestales de cada unidad responsable dentro de las Secretarías de Gobierno. También se encuentra supeditado a las leyes de coordinación fiscal, las cuales definen con fórmulas matemáticas; cuánto dinero recibirá cada estado y municipio del país.
A su vez, los ramos autónomos (Cámara de Diputados, Senadores, INE, Suprema Corte de la Nación, entre otros) asignan su propio presupuesto. Mientras que el pago de los intereses de las deudas adquiridas en otras administraciones no puede detenerse. Y ya no hablemos de las pensiones que están creciendo de forma exponencial.
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Todos estos factores hacen reducido el margen de maniobra. Es decir, cada año el presidente tiene pocos recursos monetarios para su libre asignación. Por eso, la actual administración ha realizado una estrategia de recortes presupuestales. Pero desde un punto de vista analítico, esto no es muy diferente al paradigma de la cobija: “te cubres la cara pero te descobijas los pies.”
En el Paquete Económico 2020 se contempla un gasto público 0.8% mayor en comparación con 2019, al interior hay recortes y también mayores recursos. Un ejemplo es la reducción del gasto de inversión pública del 5% en comparación con el año anterior, mientras que el gasto en pensiones no contributivas se incrementará 23%.
Lo que más duele, los impuestos
Una de las propuestas de campaña del actual ejecutivo federal es que no se crearían nuevos impuestos, ni aumentarían las tasas impositivas que ya existen. Sin embargo, en las propuestas de Ley (reformas a las leyes fiscales) que acompañan al Paquete Económico 2020 se contemplan varias modificaciones:
- Por cada cigarro producido se pagará un IEPS de 50 centavos, actualmente se cobran 35 centavos (actualizado por la inflación desde 2011).
- El IEPS a los refrescos y bebidas azucaradas crecerá de 1.15 pesos por litro a 1.27 pesos.
- Los servicios de plataformas digitales como UBER, Netflix, Spotify ahora cobrarán IVA y tendrán que reportar ISR.
- Lo mismo aplicará para las ventas por catálogo, se cobrará ISR por la diferencia entre el precio sugerido y el de venta.
- Quiénes renten un inmueble o propiedad tendrán que expedir comprobantes fiscales; será un requisito que los jueces exigirán como prueba ante cualquier conflicto legal con el arrendatario. Si no los tienes, te reportarán directamente al SAT.
- Las empresas que contraten servicios de outsourcing pagarán el IVA correspondiente; se ha detectado que lo acreditan a favor pero no lo erogan.
Son varios cambios que endurecen las medidas fiscalizadoras, en los 2 primeros casos si existe un aumento de tasa impositiva, pero el consumo de estos bienes causan graves externalidades a la población y al sistema de salud pública.
El resto de medidas planteadas están dirigidas a aumentar la cantidad de consumidores que pagan impuestos y; fortalecer las estrategias para evitar la evasión fiscal, que aún se presenta en el país.
Comentarios finales
El Paquete Económico 2020 presentado el pasado domingo 8 de septiembre tiene un componente inercial, más allá de la creación de nuevas instituciones como la Guardia Nacional o la desaparición de programas como el Seguro Popular; los rubros de gasto siguen siendo los mismos.
Los focos de alarma se prenden en la parte de los ingresos públicos en dos frentes. Por un lado, se estiman una disminución de los precios internacionales del petróleo, mientras que existe incertidumbre sobre el cumplimiento de las metas de producción y, en la exportación de dicho hidrocarburo; de no cumplirse ambas disminuirán los ingresos petroleros.
Por otro lado, si las nuevas medidas para integrar mayores contribuyentes al pago de impuesto y evitar las evasiones no alcanzan a impulsar la recaudación en los montos estimados, los ingresos tributarios podrían quedarse cortos.
Si ambos escenarios se presentarán durante la mayor parte del próximo año, será difícil que los ingresos públicos lleguen a crecer en 0.4%. No sería extraño que los recortes presupuestarios sigan presentándose durante 2020.
El crecimiento económico se muestra vulnerable. Todavía no se materializa el T-MEC, se contempla que la inversión pública en infraestructura será menor en 5%, y las grandes obras del sexenio siguen en planeación como el tren maya, aeropuerto de Santa Lucía, entre otras.
Si el próximo año no se supera o consigue la meta de 2% de crecimiento del PIB, difícilmente el promedio sexenal se ubique cercano a la meta prometida. Es decir, que se materialice la segunda promesa más añorada por los mexicanos: crecer al 6% (la primera sigue siendo conseguir el quinto partido).
Escrito por Adrián de la Cruz