Más allá de las conceptualizaciones teóricas el riesgo financiero se puede entender como la probabilidad que el resultado «deseado» para el inversor no se cumpla. En dado caso, el resultado contrario representaría una pérdida para el sujeto (o inversionista).
Un ejemplo simplificado puede ilustrar mejor esta situación. Se encuentran 2 personas o inversionistas y cada uno decide «apostar» o invertir en un resultado en particular al lanzar una moneda, en la cual solo existen 2 resultados posibles:
Resultado 1: Cae cara (50%) – Inversor 1
Resultado 2: Cae Cruz (50%) – Inversor 2
Ambos apuestan (invierten) $100 pesos para que al caer la moneda el resultado planteado por cada inversor se concrete. En este sentido, es obvio que el riesgo financiero de cada uno de los inversionistas es de un 50% y tendría una ganancia o pérdida probable de $100.
Si ampliamos el ejemplo, mediante la apuesta (inversión) utilizando los resultados probables de un «dado» e incrementando la cantidad de inversores a seis. La probabilidad de obtener un resultado favorable ahora es de 1/6 o 16.6%, mientras que la probabilidad de fracaso (riesgo) es de 5/6 o 83.3%. Si mantenemos la apuesta de $100 pesos por la obtención del resultado favorable , el ganador tendría una ganancia de $500 pesos.
En este punto, los ejemplos antes ilustrados nos brindan un aprendizaje clave en finanzas: la posibilidad de una mayor ganancia conlleva ha permitir un mayor riesgo (probabilidad de fracaso). El tipo de apuesta o inversión que cada persona este dispuesta a realizar, dependerá de su actitud hacia el riesgo financiero.
Quiénes sean adversos al riesgo financiero tenderán a invertir en opciones con bajas probabilidad de fracaso (riesgo), pero se tendrán que conformar con bajos rendimientos (como los bonos del Gobierno). Mientras que inversores amantes al riesgo, podrán buscar rendimientos altos en la bolsa de valores, pero estarán sujetos a una mayor probabilidad de fracaso o riesgo financiero.
Cabe señalar, que la medición del riesgo en opciones financieras o portafolios de inversión se calcula con herramientas y procedimientos más sofisticadas. No obstante, el principio que a «mayor rendimiento existe un mayor riesgo» es una realidad en el mundo financiero, principio básico que todo inversor debe conocer y tener presente.